UN RAMO DE FLORES CONTADAS PARA HABLAR SOBRE BIBLIOTECAS
Una charla con Javier Pérez Iglesias para inaugurar la Biblioteca Torcida.
En “Ciencia, ciborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza” (1991), Donna Haraway plantea el concepto de conocimiento situado según el cual cualquier acercamiento o proceso de invesSgación o saber nace de una subjeSvidad y un Spo de mirada que se aplica hacia el entorno. El conocimiento siempre es parcial y situado y Haraway propone varios Spos de puntos de vista; un punto de vista bajo a pie de Serra como el que tendría un niñx, un punto de vista interior o profundo y un punto de vista periférico que rompe con la frontalidad de la construcción de la imagen hasta ese momento.
Con Javier Pérez Iglesias, miramos alrededor de esta biblioteca. Comenzando a torcerla. Un conocimiento situado y torcido. Un paseo por la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM de Madrid, entre chulazos, fanzines y proyectos de residencia y acción que hacen de la biblioteca algo más que un espacio para la lectura o el estudio. Un lugar de encuentro que en las periferias de las lógicas del capitalismo aún permite que puedan crecer extrañas flores entre las grietas.
“Ramo de flores contadas para hablar sobre bibliotecas” fue una manera de comenzar a torcer la biblioteca que desde Plata estamos construyendo dentro del proyecto Suq Centeno. Una biblioteca que como nos decía Javier se construye como un ente vivo que se va desarrollando y va enredándose con otras bibliotecas, en un momento en el que al margen de las grandes maquinarias bibliotecarias hipertecnologizadas están naciendo otras pequeñas bibliotecas comunitarias y ciudadanas que inventan otros modos de acercarse a la lectura, las narrativas y los relatos.
“101 fantasmas recorren la Biblioteca”. Ese es uno de los documentos que desde la
Biblioteca de la Facultad, Javier ha donado a la Biblioteca torcida de Suq Centeno. 101
epígrafes entre los que podemos leer;
40) las bibliotecas ya no somos las mismas41) No solo nos queremos abiertas para todes, ahora necesitamos, deseamos, os
pedimos que entréis en nuestra casa, que es la vuestra y hagáis biblioteca.
42) ¡Se acabó lo de todo para la gente, pero sin la gente¡
43)Las bibliotecas recorridas por los espectros de la democracia radical, queremos,
consenSmos, pedimos que nos manoseéis, nos soñéis, nos hagáis ser.
44) Escuchad a esta biblioteca lectora, 45) escritora, 46) teatrera, 47) performaSva, 48)
superlaSva, 49) sudorosa, 50) charlatana, 51) curiosa, 52) cuidadora, 53) cuidada, 54)
comunitaria, 55) común, 56) corriente, 57) corajuda.
No hay mejor manifiesto con el que comenzar a trabajar desde La biblioteca torcida. Un espacio que se debe abrir a la comunidad del Luciana Centeno y a todxs aquellxs que desde el barrio de San Agushn empiezan a notar que un pequeño gesto puede transformar la manera de ver el mundo.
Con Javier Pérez Iglesias, miramos alrededor de esta biblioteca. Comenzando a torcerla. Un conocimiento situado y torcido. Un paseo por la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM de Madrid, entre chulazos, fanzines y proyectos de residencia y acción que hacen de la biblioteca algo más que un espacio para la lectura o el estudio. Un lugar de encuentro que en las periferias de las lógicas del capitalismo aún permite que puedan crecer extrañas flores entre las grietas.
“Ramo de flores contadas para hablar sobre bibliotecas” fue una manera de comenzar a torcer la biblioteca que desde Plata estamos construyendo dentro del proyecto Suq Centeno. Una biblioteca que como nos decía Javier se construye como un ente vivo que se va desarrollando y va enredándose con otras bibliotecas, en un momento en el que al margen de las grandes maquinarias bibliotecarias hipertecnologizadas están naciendo otras pequeñas bibliotecas comunitarias y ciudadanas que inventan otros modos de acercarse a la lectura, las narrativas y los relatos.
“101 fantasmas recorren la Biblioteca”. Ese es uno de los documentos que desde la
Biblioteca de la Facultad, Javier ha donado a la Biblioteca torcida de Suq Centeno. 101
epígrafes entre los que podemos leer;
40) las bibliotecas ya no somos las mismas41) No solo nos queremos abiertas para todes, ahora necesitamos, deseamos, os
pedimos que entréis en nuestra casa, que es la vuestra y hagáis biblioteca.
42) ¡Se acabó lo de todo para la gente, pero sin la gente¡
43)Las bibliotecas recorridas por los espectros de la democracia radical, queremos,
consenSmos, pedimos que nos manoseéis, nos soñéis, nos hagáis ser.
44) Escuchad a esta biblioteca lectora, 45) escritora, 46) teatrera, 47) performaSva, 48)
superlaSva, 49) sudorosa, 50) charlatana, 51) curiosa, 52) cuidadora, 53) cuidada, 54)
comunitaria, 55) común, 56) corriente, 57) corajuda.
No hay mejor manifiesto con el que comenzar a trabajar desde La biblioteca torcida. Un espacio que se debe abrir a la comunidad del Luciana Centeno y a todxs aquellxs que desde el barrio de San Agushn empiezan a notar que un pequeño gesto puede transformar la manera de ver el mundo.
