SUQ (MERCADO) II EDICIÓN

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Gracias a todas las familias productoras, artesanas y científicas. Domingo 10 de marzo, 10-14:30. Luciana Centeno.

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Un mercado es un lugar de encuentro que en estos momentos adquiere una tremenda dimensión política. Mientras los agricultores se manifiestan en muchos países de Europa, Suq es un espacio en el que poder escuchar de cerca las voces y relatos de aquellos que cultivan y cuidan la tierra. Un espacio para conocer las versiones más cercanas de lo que está pasando en nuestros suelos/ecosistemas y de qué manera afecta a nuestros alimentos. Una cadena de la cual nuestra mente es eslabón y nuestra creatividad parte de un adn degenerado, espejo de nuestra dieta. Tras el abrazo de la comunidad en el primer Suq el pasado mes de enero, en esta segunda edición, seguimos pensando en cómo transformar nuestros sistemas alimentarios, y a través de estos posibles cambios, cómo regenerar el barrio. En esta ocasión queremos enfatizar la problemática y crisis actual de los monocultivos de cítricos en la vega del Guadalquivir y el borrado de memoria que supone un sistema agroindustrial que esquilma nuestros recursos fitogenéticos. Para ello contaremos con la presencia de Biovalle, una familia de Palma del Río, modelo a seguir de resiliencia y resistencia, proyecto que abre las puertas a un pensamiento crítico (y el paladar) sobre nuestra relación con las naranjas, limones, sanguinas y pomelos. 

Notas para una breve historia de los Cítricos en la Península Ibérica

«Todo el árbol posee un diseño, un equilibrio, un propósito geométrico y un sentido de la armonía, de la medida y del color, que parece una obra de arte». 

Osbert Sitwell.

«qui tocca anche a noi poveri la nostra parte di ricchezza | ed è l’odore dei limoni» (‘aquí también nos toca a los pobres nuestra parte de riqueza | y es el olor de los limones’). 

Eugenio Montale.

  Cuenta Jose Ignacio Cubero en su extensa obra “Historia General de la Agricultura” que todas las variedades de cítricos descienden del cruce de tres: el cidro, el mandarino silvestre y la zambra (o cummelo). A partir de aquí, una arqueología botánica fascinante que nos lleva hasta comprender lo que tenemos, y lo que se perdió en la Península Ibérica. El cidro nos llegó desde Persia en el S.IV, quizá incluso antes. El limonero en el siglo V, ya en tiempos del escritor y agrónomo romano Paladio. Desde ahí, un salto (hasta nuevos descubrimientos arqueobotánicos) cuando “por fin” llega la naranja amarga. Se sabe que fueron los árabes desde la India en el siglo XI quienes la introdujeron por el llamado “corredor árabe”. La naranja amarga llega en un momento de tensión política. Es un tiempo en el que una Al-Andalus fragmentada en Reinos de Taifas se descompone bajo la presión de los Almorávides. Un tiempo en el que debemos imaginar el naranjo amargo como árbol de jardín.  Pasarían muchos siglos hasta que la naranja dulce nos “conquista”. Lo hace por mediación de los portugueses, quienes la traen desde Qatar y Adén (Yemen) en la “era de los descubrimientos”, siglo XVI. De curiosidad es conocer que los árabes en esos momentos no tenían naranja dulce y la llamaron “naranja portugalia”. En siglos venideros se realizaron los cruzamientos que darían lugar al pomelo (siglo XVIII en las Antillas), mandarino y la clementina  (siglo XIX), descubierta por un monje en Argelia a partir de la mutación puntual en una rama.  Viajes, mutaciones puntuales, observación y convivencia. Historia de nuestros paisajes, recetarios y medicinas, transmisión oral y mitos. ¿Naranja de Valencia, naranjas del Guadalquivir, naranja de Palma?. Conceptos y legados fracturados por políticas extractivistas que decidieron primar la productividad a la sostenibilidad del cultivo de los cítricos, a su sabor y nuestra poesía. Es por este motivo por el que hoy, bajo la sombra de este algarrobo del Luciana, miramos una vez más a nuestros árboles como reflejo de nuestras vidas y reivindicamos que no se nos robe la fruta, porque como decía Montale, aquí nos toca a los pobres nuestra parte de riqueza, y es el olor de los limones. 
  Today a market is not only a market, but a space which offers tremendous political dimension. While farmers are demonstrating throughout Europe, Suq is a convivial arena in which to listen closely to the voices and stories of those who cultivate and care for the land. A space to learn about what is happening in our immediate soils/ecosystems and how this affects the food we eat. A chain of which our mind is a link, and our creativity a part of degenerated dna which frequently mirrors our diets.  After the embrace of the community in the first Suq last January, in this second edition, we continue to think about how to transform our food systems, and through these possible changes, how to regenerate the neighborhood. For this encounter, we want to emphasize the problems and current crisis of citrus monocultures in the fertile valley of the Guadalquivir, and the erasure of memory that involves an agro-industrial system that depletes our plant genetic resources. To open this lemon, we will have the presence of Biovalle, a multigenerational family run farm in Palma del Río- a role model of resilience and resistance, a project that opens the doors to critical thinking(also for the palate) about our relationship with oranges, lemons, blood oranges and grapefruit.   Sunday, March 10 at 10 am.  See you at Luciana Centeno.