Matriz Verde

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Junto al trabajo en el huerto, uno de los objetivos de Matriz Verde es convertir el huerto en un espacio más dinámico y experimental en el que puedan tener cabida otras acciones que en relación a lo agroecológico tengan que ver con el cuerpo, el sonido, la lectura, la escritura o las manifestaciones artísticas contemporáneas en su más amplio sentido.

Primero fue quitar la valla. Un gesto que elimina un obstáculo. Una acción que propone una nueva negociación con el espacio y con aquellos que a partir de ahora lo van a habitar. Tal y como se recogía entre las propuestas del alumnado que participó en el taller “Tomar medidas” conducido por Rafa Alcántara y José Luque, este cambio suponía abrir el espacio del huerto hacia las pistas deportivas para proponer nuevos usos de encuentro y disfrute. Un pequeño cambio, una transformación en el paisaje cotidiano, una alteración que invita a cambiar nuestra experiencia cotidiana en los espacios educativos.

Tras quitar la valla, se abría un nuevo camino, darle una identidad a ese nuevo espacio. Para ello, siguiendo la propuesta de esa matriz verde bajo cuyo paraguas se organizan todas las acciones de Plata en el instituto dentro del proyecto Planea, debatimos sobre la manera en que los colores significan y de alguna manera condicionan tu manera de estar y vivir los espacios cotidianos. Cambiar de color, inventar un color, aplicar un color.

Las fachadas del Parque Figueroa están cubiertas de muy diferentes tonos de verde. El paso del tiempo ha hecho que muchas se vayan desgastando adquiriendo tonalidades pajizas. En el interior del instituto el verde es otro color predominante. Verde en las sillas, verde en las mesas, verde en la pizarra.

Cambiar el paisaje es añadir algo que quizás no está. Un nuevo color. Pensamos con el equipo de Tomar medidas en proponer una gama cromática que aporte calidez al lugar y de alguna manera vibre con aquello que lo circunda. La propuesta tenía que ser llevada cabo mediante una votación entre la comunidad educativa. Una gama cromática entre el amarillo y el naranja fue sometida a votación entre los diferentes cursos que quisieron participar en esta toma de decisión. El resultado fue la elección del color más cercano al naranja. Un complementario al verde, un tono que no existe en el espacio educativo del centro y que curiosamente según algunos estudios de la psicología del color en ciertas culturas orientales es el color del cambio y la transformación.

“El naranja es optimista, cálido y amigable” escribe Derek Jarman en Chroma. “El naranja es un recién llegado. El naranja de cadmio y el naranja de cromo recién fueron descubiertos a principios del siglo XIX”.

Por su mezcla es un color que atrae, excita, da calor y provoca la creatividad. Es el color de la sociabilidad, la diversión, el placer y la energía. A veces inadecuado y otras acogedor, es el color de los atardeceres. Es imposible saber cuántos naranjas puedes ver antes de que la línea verde surja en una puesta de sol en el Atlántico.

Según la psicología del color de Eva Heller hay 45 tonalidades de naranja y es uno de los colores más subestimados de la gama cromática. “El naranja tiene un papel secundario en nuestro pensamiento y en nuestro simbolismo. Pensamos en el rojo el amarillo antes que el anaranjado y por eso hay muy pocos conceptos respecto a los cuales el naranja sea el color más nombrado. Por todas partes hay naranjas; sólo hay que aprender a verlos”.

Se trata de un color exótico y lleno de sabor. Es el color del peligro y también del otoño. El de la extraversión, la cercanía y la actividad. Pintamos de naranja. Naranja como las mandarinas, naranja como “La alegría de vivir” de Robert Delaunay, naranjas como los frutos que comienzan a aparecer a comienzos del verano, naranja como el Channel Orange de Frank Ocean, naranja como esa pincelada vibrante en “Viva el pelo” de Julio Romero de Torres. ¿Dónde está el color naranja en el López Neyra?.

La matriz verde se pinta de naranja. El verde no es un color. El verde es una forma de estar en la tierra. El verde es el equilibro entre el ser humano y aquellas otras formas de vida que nos acompañan en nuestro periplo vital. El verde es el color complementario del naranja. Azafrán y cúrcuma, zanahoria y mandarina. Vitaminas para hacer del espacio educativo un lugar para la convivencia y la creatividad. Como escribía Lorca en el poema Despedida, "El niño come naranjas (Desde mi balcón lo veo)".